En un mundo donde los videojuegos suelen ser sinónimo de entretenimiento, el artista chino Zhou Yichen nos muestra que también pueden convertirse en cápsulas de memoria, imbuidas de amor y nostalgia. A través de un juego de Game Boy titulado simplemente “Grandma”, el creativo inmortalizó los últimos meses que pasó con su fallecida abuela, ofreciendo un homenaje único y profundamente personal.

Desarrollado para la consola de culto Game Boy, el juego sumerge a los jugadores en un universo pixelado donde pueden compartir momentos simples pero significativos con el personaje central, inspirado directamente en la abuela de Zhou. En el juego, los jugadores pueden preparar una comida, charlar en la comodidad de casa o incluso acompañar a la abuela a dar un paseo. Estas interacciones reflejan los recuerdos que Zhou hizo con ella antes de su muerte.

Un arte nacido de la nostalgia y la necesidad.

Zhou descubrió el diseño de videojuegos durante la pandemia de Covid-19, mientras estaba aislado en un pequeño departamento en Nueva York. Originario de la provincia china de Hubei, el artista buscaba una manera de explorar nuevas formas de expresión artística cuando las herramientas tradicionales ya no eran accesibles. Su elección de Game Boy no es insignificante: admite tener un apego particular a esta consola retro, que le evoca recuerdos de la infancia.

Un viaje al pasado a través de una pantalla retro

En la escena final del juego, el personaje de la abuela agradece al jugador por el cuidado brindado: «Gracias por cuidarme durante este tiempo». A lo que el jugador responde: «Te voy a extrañar para siempre, abuela». Este emotivo momento ilustra el profundo amor que Zhou tenía por su abuela, y al mismo tiempo resuena en cualquiera que alguna vez haya perdido a un ser querido.

Aunque intensamente personal, el juego resuena universalmente y su diseñador fue el primero en sorprenderse por la acogida positiva que recibió. También espera que este proyecto anime a otras personas a utilizar los videojuegos como medio de expresión.

La abuela no es sólo un juego: es una verdadera obra de arte, una carta de amor pixelada a una abuela y una invitación a recordar los preciosos vínculos que nos unen. Zhou Yichen nos recuerda que incluso en un mundo tecnológico, la calidez humana y las emociones más profundas pueden preservarse, píxel a píxel.